500 aniversario de Noain
El 30 de junio del año 1521 se produjo la última gran batalla librada entre navarros y castellanos por el Reino de Navarra.
Los Reyes Católicos unieron sus coronas (de manera dinástica), Castilla y Aragón, en 1469 y desde esa época hasta 1512 libraron batallas de todo tipo, desde guerras civiles hasta la conquista del último reducto musulmán en Granada en 1492. Pero en 1512 Fernando de Aragón, quien ya controlaba el gobierno en ambas coronas casi totalmente, decidió acabar con el pequeño reino norteño que, lejos de su antiguo esplendor, apenas lograba mantenerse independiente de Francia en su reducido territorio. Una situación complicada. Pero aún así, los navarros lucharon, pese a la superioridad castellano-aragonesa.
Perdido todo el territorio sureño en ese mismo 1512, Catalina y Juan de Navarra se retiraron a sus dominios del norte, esperando el momento de regresar al sur. Y sí lo hicieron, pero el contraataque fracasó. Aún así, el empeño no decayó y en 1516 los navarros volvieron a levantar ejércitos con la esperanza de recuperar su tierra, pero tampoco tuvieron éxito en su empresa y Carlos I, el sucesor de los Reyes Católicos, pudo preparar la consolidación de la tierra conquistada.
En 1521, Francisco I de Francia, aprovechando el alzamiento comunero en Castilla, puso finalmente el ojo en Navarra. Envío al señor de Asparrots a la reconquista, acompañado de un alzamiento popular y generalizado en muchas ciudades del Reino. De nada sirvió. Tras un inicial exitoso, Asparrots se vio obligado a replegarse y en Noain, aquel 30 de junio de 1521, Aparrots y sus hombres fueron derrotados.
A partir de ese momento, solo sucedieron pequeños alzamientos y tímidos gestos de reconquista, como en Hondarribia o el castillo de Amaiur, donde 200 hombres resistieron varios días las acometidas de los 10.000 atacantes. A partir de 1524, el Reino de Navarra quedó sometido a España y Francia.
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