CABALLERÍA ROMANA REPUBLICANA.
Organización.

Caballería romana por Giusseppe Rava.
La caballería no fue uno de los puntos fuertes de las legiones romanas republicanas, mayormente porque porque su intención jamás fue esa.
En ésta tan solo podían servir los hombres con suficientes ingresos como para mantener uno o varios caballos, que eran los llamados équites. Éstos vivían en el campo y cuando eran necesarios para la guerra, se alistaban en los ejércitos que se reclutaban poco antes. Los jinetes cobraban más que los infantes y tenían mucho mayor prestigio que quienes combatían a pie. En el siglo V a. C, Algunos de estos jinetes recibían su montura del estado, los llamados “equites equo publico”, mientras que los demás se los pagaban ellos mismos y se llamaban “equites equis suis”, pero con el tiempo tan solo pudieron acceder a este puesto los que aportaban su propia montura.
Normalmente estos jinetes debían prestar servicio militar durante 10 años, 6 años menos que la infantería.

Obra de Andrey Karashchuk
La unidad mínima de caballería en esta época la decuria, compuesta por 10 jinetes y un optio al mando. La siguiente unidad era de 40 jinetes, llamada “turma”. En una legión había 10 turmas, lo que suma 400 équites en total. Al mando de una turma estaba un centurión, un tesserarius (encargado de las guardias), un duplicarius (oficial que recibía doble sueldo) y un signifer (encargado del estandarte). Al mando de todas las turmas estaba el prefecto de caballería.
La caballería republicana solía adoptar diferentes formaciones dependiendo del objetivo. Como se ve en dos de las imágenes, la caballería podía adoptar la formación en columna, en cuña o una defensiva juntando lo máximo sus escudos y caballos.

Normalmente iban armados con un casco, muy posiblemente con gran influencia griega, escudo oval o circular, y una lanza. Con el tiempo, y por el choque contra potencias helenisticas como Epiro en el siglo III a. C, los romanos mejoraron su caballería armandola además de lo antes mencionado, con armadura (hamata) y una espada larga (spatha).
Para poner uno ejemplos de la caballería romana republicana, podemos destacar la batalla de Zama (aunque con apoyo inestimable de los jinetes masesilos) contra el hasta entonces invicto Aníbal Barca, que derrotaron primero a la caballería enemiga y después rodearon y atacaron la retaguardia del ejército púnico, haciéndoles sufrir una decisiva derrota. A pesar de haber batallas por las que se puede considerar a la caballería romana de la república, una caballería más que decente, esta queda irremediablemente humillada por las repetidas derrotas durante la Segunda Guerra Púnica, a pesar de no ser explícitamente su culpa.
Obra de Angus Mcbride.
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