DECADENCIA DE LA GUARDIA PRETORIANA (235-312)
Esta decadencia es una consecuencia y una causa de la decadencia general del Imperio, pues la mitad del siglo III (exactamente 235-284) es llamada como 'La crisis del siglo III' o 'Anarquía militar", pues hubo serie de emperadores soldados, usurpadores y rebeldes desgarraron el imperio.
Guardia pretoriana a principios de siglo I d.C. Richard Hook.
Esta decadencia de la Guardia, como del resto del ejército, comenzó en época de Maximino (235-238), pues hizo ver que lo que más importaba a la hora de conservar el poder era el favor del ejército, por lo que duplicó el sueldo de éstos. Durante la revuelta de los Gordianos contra Maximino, parece ser que una parte de la Guardia estaba a favor del segundo, y cuando los Gordianos fueron derrotados , tuvo que en refugiarse en el Campamento Pretoriano a las afueras de la ciudad, de donde una turba salía para dar atacarlos. Pese a ello, los pretorianos los repelieron con relativa facilidad. Pero no se rindieron y cortaron el suministro de agua al campamento. Los pretorianos, por su parte, rechazaron la amnistía ofrecida por el cónsul Balbino. La batalla entre el pueblo y la Guardia continuó hasta que los soldados acabaron por quemar varios edificios desde los que les atacaban, lo que produjo un incendio que asoló buena parte de la ciudad. Los pretorianos de Maximino, los que se llevó a su campaña en el norte, se unieron al motín del resto de las tropas y lo asesinaron.
Guardia pretoriano en época de Septimio Severo. Richard Hook.
Poco después, en junio de 238, los pretorianos, convencidos de que Pupieno y Balbino, ahora emperadores, los sustituirían por sus guardaespaldas germanos, los asesinaron y declararon emperador al joven Gordiano III, sobrino y nieto de los dos anteriores. Pero quien gobernó realmente, pues era menor todavía, fue Timesteo, el anterior prefecto de la annona y en ese momento prefecto del pretorio. Cuando este murió en 243, lo sucedió Filipo en calidad de prefecto, pero que pronto urgió una conspiración para derrocar al joven emperador, entre otras cosas, desviando el suministro a Roma y aumentando el descontento. Parece ser que Filipo logró cada vez más y más poder hasta compartir gobierno con Gordiano III, quien se hartó de su prefecto de pretorio y nombró a un pariente suyo, Mecio Gordiano. A su vez, preguntó a los pretorianos a quién preferían como emperador, si a él mismo o a Filipo, y perdió. Murió asesinado en febrero de 244. En 248 estallaron dos rebeliones en el Danubio y en el este, aunque ambos cabecillas murieron asesinados por sus soldados. Filipo fue derrotado en 249 y murió asesinado por sus pretorianos poco después. Trajano Decio, su vencedor, se convirtió en nuevo emperador (249-251). Numerosos emperadores fueron aclamados por sus tropas y asesinados por estas, como los casos de Treboniano Galo (251-53), Emiliano (253).
Podemos observar casos de soldados pretorianos de esta época que alcanzaron gran prestigio y cargos elevados, caso de Trajano Muciano, el cual fue inicialmente soldado auxiliar, pasó a jinete de la Guardia, alcanzó el puesto de evocatus, fue centurión en varias cohortes pretorianas hasta que alcanzó el liderazgo de la Guardia como princeps protectorum - que no Prefecto Pretoriano -. Pero incluso llegó a lograr el mando de varias legiones, lo que sin duda nos muestra el gran poder que habían llegado a tener los miembros de la Guardia Pretoriana, lo que por otra parte ya habían demostrado al haber asesinado y proclamado emperadores a su antojo.
Tras varios emperadores y usurpadores más, en 270 se alzó al trono Quintilo, hermano de Claudio II el Gótico, quien murió de peste y luchando contra germanos, no romanos, sin duda destacable en este momento. Quintilo sin embargo no fue rival para el jefe de caballería de Claudio, Aureliano, y se suicidó. Mientras Aureliano se encontraba luchando en la Galia contra el imperio galo-romano (reino independiente creado en 260 por el usurpador Póstumo y que comprendía Britania, Hispania y la Galia), en Roma estallaron rebeliones, por lo que podemos deducir que la Guardia se encontraba con el emperador en la Galia o no hizo nada contra los rebeldes. Aureliano ordenó construir una nueva muralla para Roma, por lo que el campamento pretoriano quedó dentro del perímetro por primera vez. Aureliano fue asesinado, en parte por un malentendido, por parte de sus oficiales, entre los que había pretorianos. Fue el prefecto de pretorio Mesio Galicano quien recomendó al viejo senador Claudio Tácito para emperador. Parte de la Guardia viajó al norte a combatir a los invasores germanos, como llevaban haciendo en los últimos años.
Cuando Tácito murió, Probo, comandante de los ejércitos de Siria y Egipto, se hizo con el trono tras el asesinato de Floriano por sus propias tropas. Probo supuestamente envió una carta al supuesto prefecto del pretorio Capitón (digo supuestamente, porque no está demostrada ni la existencia de la carta ni del propio Capitón), lo que nos da a entender que la figura del Prefecto era de gran importancia para mantenerse en el poder. Probo (276-282) murió poco después derrotado por el usurpador Caro, a quien él mismo designó Prefecto del Pretorio y lo que refuerza la idea de que quien ostentara el cargo tenía un gran poder. Tras tres años y varias usurpaciones, en 285 Diocles, comandante de los domestici, una unidad de élite encargada de la seguridad de la familia real, lo que en origen era ocupación de la Guardia Pretoriana, logró tomar el poder y estableció la que llamamos la Tetrarquía (esto es, dividió el imperio en dos, con dos emperadores y dos cesáres nombrados, o lo que es lo mismo, herederos). Sí, este es Diocleciano.
Aureliano y su guardia pretoriana. Amelianus.
¿En qué modo influía esto en la Guardia Pretoriana? Pues como había cuatro tetrarcas, cada uno debía tener su propia guardia pretoriana, por lo que se dividió el cuerpo en cuatro. En la otra punta del imperio, en la provincia más norteña, Britania, un rebelde llamado Carausio se había adueñado de la isla desde antes del levantamiento de Diocleciano y había acuñado monedas incluso de legiones que no tenía bajo su mando, pero que es posible que tuviera destacamentos de dichas unidades. Esto es importante porque también se han encontrado monedas aludiendo a las cohortes pretorianas lo que hace suponer que o bien había bajo su mando algún destacamento pretoriano, trataba de lograr el favor de las cohortes de Roma, o había creado las suyas propias, como hicieran los Gordianos hacía ya más de medio siglo. Carausio murió poco después por una conspiración y en 296 los tetrarcas decidieron reconquistar aquel territorio, que lo lograron ese mismo año o en el siguiente. Pese a que la Guardia cada vez era menos una unidad militar, parece que combatió en 297 en África durante la rebelión de los bereberes.
La tetrarquía debía evitar las guerras por las sucesiones, que tanto se habían producido en el último siglo, pero fue imposible. Tras abdicar Diocleciano y el otro tetrarca, Maximiano, en 305, los sucedieron Galerio y Constancio. Pero Constancio murió al de poco, en 306, en Britania, las tropas de la provincia proclamaron emperador a su hijo Constantino, lo que enfureció a Galerio y al hijo de Maximiano, Majencio, que fue proclamado emperador al de poco. En 312 se dio la batalla decisiva del Puente Milvio, en Roma, entre Majencio y Constantino, pues Maximiano y Galerio habían muerto ya. El cuerpo pretoriano que Diocleciano dejó en Roma al implementar la Tetrarquía y dividir la Guardia luchó del lado de Majencio, pero fueron derrotados y las escasas tropas pretorianas tuvieron que resistir hasta el final contra Constantino. Tras esta batalla, el apoyo de los pretorianos a su rival y el historial del cuerpo, hizo que Constantino tomará la importante decisión de disolver permanente la Guardia Pretoriana. A diferencia de Septimio Severo, que la disolvió y la volvió a constituir con sus partidarios y soldados leales, Constantino no solo la disolvió, sino que a los pretorianos supervivientes los dispersó por las peligrosas fronteras del Rin y el Danubio, dando así por finalizada la existencia de este cuerpo militar que en su origen debía servir de apoyo al emperador y garantizar su seguridad, pero que se acabó aprovechando de su poder y no hizo más que buscarse un final tan ignominioso como el que tuvo.
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