REBELIÓN DE LOS BÁTAVOS
LA GUERRA CIVIL
Los bátavos, un pueblo celta que ocupaba la provincia romana de Germania Inferior (en la zona de la actual Holanda), se rebelaron contra el yugo de Roma el año 69 d. C. Los miembros de esta tribu tenían unas condiciones diferentes a las demás provincias o estados clientelares de Roma, puesto que no debían pagar tantos impuestos, pero a cambio proporcionaban una cantidad considerable de tropas auxiliares (más de 5.000, de unos 15.000- 20.000 posibles de la región) y eran enviados a regiones muy lejanas, como Egipto o el Muro de Adriano, en Britania. Eran unos guerreros muy valorados por los romanos por sus maniobras anfibias, como hicieron en la batalla del Medway en la conquista de Britania por Roma en el 43 d. C, cuando cruzaron el río para atacar a los defensores en su propia orilla. Tan valorados eran, que los emperadores y gobernadores, como Augusto o Agrícola los reclutaban para formar su guardia personal.
Entre sus comandantes destacó un príncipe bátavo, que dirigía una de las 8 cohortes bátavas del ejército romano, llamado Julio Civilis. En el año 69 d. C, el emperador Nerón arrestó a Civilis y a su hermano acusándolos de traición. Su hermano fue ejecutado, pero cuando Civilis iba a sufrir el mismo destino, Nerón se suicidó y el emperador Galba lo liberó y mandó de nuevo a su hogar. De camino, uno de los que sería emperador en el año siguiente por la guerra de los cuatro emperadores, Vitelio, lo arrestó acusándolo como lo hizo Nerón, de traición. Poco después, finalmente estalló la guerra civil de Roma. Galba fue traicionado por su lugarteniente Otón, que se rebeló contra él, proclamándose emperador. Al mismo tiempo, los comandantes con más tropas del imperio, Vitelio y Vespasiano, se rebelaron con la intención de tomar el poder. En este momento Civilis fue liberado por Vitelio con el fin de suministrarle tropas, al menos unas de las cohortes bátavas, para enfrentarse a Otón. En la batalla de Bedriacum del 69, que enfrentó a cerca de 50.000 tropas de Otón y 70.000 de Vitelio, las tropas de Vitelio destrozaron las fuerzas de su enemigo. Pero, cuando llegó la noticia del levantamiento de Vespasiano, Vitelio y sus generales comenzaron reclutamiento masivo por las provincias controladas, especialmente en Germania, por lo que el descontento existente entre los bátavos aumentó considerablemente.
LA REBELIÓN
Con este creciente descontento, entre los bátavos y otros pueblos germanos fuera de las fronteras romanas se comenzó a hablar de rebelión ( en 69 d. C.), liderados por Julio Civilis. Su primera decisión fue aliarse con los cananefates, otra tribu germana que habitaba cerca de Batavia, acordando que estos últimos atacaran desde su territorio los fuertes romanos. Los romanos no contaban con demasiados efectivos en la esa zona del Rin por la guerra civil, por lo que los fuertes y los refuerzos enviados para defenderlos fueron derrotados con facilidad. Mientras, la flota romana del Rin sufrió también un motín de los remeros bátavos, que lograron tomar el control de 24 naves. El general de las tropas del Rin, Herdonio Flaco, envío a Mumio Luperco con dos legiones (V Alaudae y XV Primigenia) para sofocar la rebelión. A estas unidades las acompañaban tropas bátavas, lideradas por Claudio Labeón, conocido enemigo de Civilis, y ubios y tréveros. Cuando ambos ejércitos, el bátavo y el romano se encontraron, los auxiliares bátavos aliados de Roma atacaron su propio flanco mientras que los ubios y tréveros huyeron. Esta batalla supuso otra derrota para los romanos, que se retiraron Castra Vetera. Los bátavos al comienzo contaron con el apoyo de Vespasiano, pero este último al darse cuenta que la rebelión no era contra Vitelio, sino contra el propio imperio,rompió las relaciones con los rebeldes. A finales del 69 d. C, Civilis y los suyos decidieron que era el momento para atacar a las dos legiones acantonadas en el campamento de Castra Vetera. Además, los bátavos lograron el apoyo de las 8 cohortes bátavas que se encontraban volviendo a su territorio después de combatir al lado de Vitelio, que se rebelaron cerca de Bonna (actual Renania) derrotando a Herenio Galo, que acampaba allí con sus tropas. Poco después, los ejércitos bátavos se unieron para emprender de verdad, la guerra contra Roma.
Auxiliar bátavo, por Johnny Shumate.
FIN DE LA GUERRA CIVIL Y REACCIÓN ROMANA
Cerial se asentó en Germania Inferior y envió a la legión XXI Rapax como vanguardia del ejército. Poco después, llegarían las batallas que decidirán el destino de la rebelión.
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