REY VIKINGO ERIC DE ANGLIA ORIENTAL
Desde la llegada de los vikingos a la Inglaterra anglosajona a finales del siglo VIII, los invasores echaron abajo con una rapidez sorprendente los reinos que habían perdurado durante los siglos previos, e incluso dominado al resto. Dos ejemplos son, Northumbria, que cayó de un solo golpe y el primero de todos, y Mercia, que aparentemente no tuvo ni siquiera que ser derrotado en batalla para ser dominado por los daneses y noruegos. Estas incursiones demostraron lo frágiles que eran realmente estos reinos, que se conquistaban entre sí pero no lograban mantener sus territorios unidos durante dos generaciones. También supuso el auge inesperado del reino de los sajones occidentales, Wessex, que hasta el momento había sido intermitentemente vasallo de Mercia. Y Aunque nunca tuviera una hegemonía sobre el resto, al parecer, Estanglia era otro de los reinos poderosos de Inglaterra, y fue de los que cayó bajo gobierno vikingo en época de Guthrum y Alfredo, ratificado mediante el Tratado de Wedmore (878). Sin embargo, naturalmente, Guthrum no estaba destinado a vivir eternamente y falleció en 890, sucediéndole un caudillo miembro del ejército que había comandado Guthrum años atrás, el llamado Gran Ejército de Verano. De Eric, el nuevo rey de East Anglia, apenas se conoce nada más que su implicación, nueve años después de su ascenso al trono, en la guerra de sucesión de Wessex.
Al haber muerto Alfredo, a quien se debía la derrota y conversión de Guthrum, en 899 se desata una guerra civil entre varios pretendientes. Por un lado está el hijo de Etelredo, hermano y predecesor de Alfredo, a quien había sucedido probablemente por la minoría de edad de sus hijos, Etelvoldo. Por el otro estaba Eduardo, hijo de Alfredo, pero más joven que su rival. Ambos tenían derecho a la corona, y decidieron disputársela mediante las armas. El primer acto hostil, quizá declarada ya la guerra, fue un tanto extraño, pero probablemente tuviera trascendencia en su época. Etelvoldo sacó a una monja de su convento y se unió a ella en matrimonio, lógicamente sin consentimiento de Eduardo, por lo que esa monja probablemente sería miembro de la dinastía o pariente de algún personaje importante, lo suficientemente para que el pretendiente cometiese este extraño acto. En cualquier caso, reunidas las tropas de cada bando, Etelvoldo estaba en una gran desventaja, por lo que huyó a Northumbria (donde lo coronaron rey, y lo fue hasta su muerte). Northumbria en realidad era territorio vikingo, por lo que más que rey, seguramente le fue ofrecido algún título diferente, pero considerado por los anglosajones de rey. En 901 Etelvoldo llega A Essex, muy cerca de Estanglia, y convence a Eric de atacar Wessex.
Los daneses de Eric y los sajones partidarios de Etelvoldo invadieron Wessex en 902 y lo saquearon, para volver poco después a sus hogares. Eduardo respondió de igual manera, saqueando East Anglia. Mientras se retiraba de vuelta a Wessex, el contingente aliado de Kent desobedeció la orden y se quedaron en el lugar. Pronto llegaron los daneses y los rodearon, pero Eduardo regresó y envolvió a su vez a Eric y Etelvoldo, derrotándolos en la llamada batalla de Holme, el 13 de Diciembre (de 902) acabando con la vida de tanto Etelvoldo como Eric. Es entonces, en época del sucesor de Eric, Guthrum II, cuando los anglosajones emprenden la reconquista, bajo la dirección de Eduardo de Wessex y Ethelfled de Mercia (quizá como semi vasalla de su hermano Eduardo). Para 918 East Anglia desaparece como Reino y se convierte en una provincia, un condado, gobernado por nobles de Wessex, dando comienzo a la idea de Inglaterra, la unión de los reinos bajo Wessex (que no se cumpliría totalmente nunca, pero estuvo cerca bajo Athelstan a comienzos del siglo XI, cuando fue interrumpido por una nueva oleada vikinga).
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