LOS VIKINGOS EN IRLANDA
La mayor parte de los ataques vikingos eran causados por noruegos, ya fuera de la propia noruega, o asentados en el Atlántico Norte y en el mar de Irlanda. Al comienzo estas incursiones en Irlanda, la antigua Hibernia romana, tenían como objetivo el saqueo, principalmente de iglesias o monasterios, que era donde la plata se acumulaba y alrededor de los cuales se erigían los pueblos y se establecían las comunidades, lo que también proporcionaba esclavos. No obstante, a partir del 835 los vikingos empezaron a llegar en grandes flotas, de entre 50 y 100 naves, no como la primera incursión, que apenas contaba con 4 naves. Los norteños comenzaron a levantar fuertes portuarios (Longphorts, esto es, bases marítimas fortificadas donde dejaban anclados los barcos hasta la siguiente temporada de guerra), dando a entender que las campañas ya no iban a ser tan cortas, sino que incluso pasarían allí los inviernos. Con el tiempo, los nórdicos crearon un pequeño imperio marítimo con base en la actual Dublín, que nació siendo un Longphort, llamado Dyflin en antiguo nórdico. Otros asentamientos de este modelo fueron los tres que conforman el llamado Triángulo Vikingo de Irlanda: Waterford, Wexford y Kilkenny. Waterford fue fundada en el año 914 de Nuestra Era por vikingos, cuyo nombre proviene de "Veðrafjǫrðr”
Los vikingos, desde la ya mencionada base de Dublín, enviaron expediciones hacia Inglaterra, Escocia e Irlanda, y dominaban los territorios de la isla de Man, las islas hébridas, tanto exteriores como interiores, buena parte de la Escocia occidental, el antiguo reino de Rheged, la actual Cumbria, y, por supuesto, el enclave de Dublín.
Sin embargo, en el año 902, una coalición irlandesa logró derrotar a los escandinavos y expulsarlos de su isla. Debido a esto, los vikingos establecieron su base en la cercana Isla de Man y se centraron en la Inglaterra anglosajona. Pero la tranquilidad duró poco, pues en 914, una gran flota vikinga arribó en el sur de Irlanda, recuperando el territorio perdido, incluyendo Dublín en 917, pero sin lograr derrotar definitivamente a los nativos. Con todo, a mediados del siglo X, los vikingos comenzaron a perder territorios en Inglaterra, caso del reino de York, o Jorvik. El declive se acentuó poco después con la batalla de Tara, ocurrida en 980, y que supuso una gravísima derrota para los vikingos y una señal más que clara de la imposibilidad de someter a los irlandeses, ni de siquiera mantener en pie el reino. Poco después caen uno a uno los enclaves vikingos en poder de los isleños. En el año 1002, una nueva figura aparece en escena, Brian Boru, que se erige Rey Supremo (O Gran Rey, un título irlandés de origen celta que denotaba la supremacía de este sobre el resto de reyes de la isla, y semejante al Rey de Reyes persa, lógicamente en una escala infinitamente menor) tras destronar a Máell Sechnaill.
El último intento de mantener su ya escaso y débil poder, el reino de Dublín mandó su ejército, de cerca de siete mil hombres, a la batalla contra Brian Boru, que contaba con un número similar de tropas. Este enfrentamiento finalmente se dio a finales de abril del año 1014, en el que Brian Boru derrotó a los invasores, lo que le costó la vida. Así, sin un enemigo común como lo habían constituido los vikingos, y sin un Gran Rey que impusiera cierta tranquilidad y supremacía sobre el resto, la isla se sumió en las habituales luchas por el poder entre los pequeños reinos. Sin embargo, si los irlandeses creían que iban a estar a salvo de invasiones extranjeras, estaban muy equivocados. Los normandos, antiguos vikingos asentados en Normandía, se habían hecho a la mar con la intención de conquistar Inglaterra, cosa que lograron, y en 1167 arribaron los primeros normandos en Irlanda. Se repetía la historia de los hombres del norte.
Brian Boru parece que nació en el 941 d. C en el reino irlandés de Thomond, siendo hijo del rey Cennétig mac Lorcáin. Poco después el rey murió y fue sucedido por el hermano de Boru. En el 964 Boru y su hermano Mathgamain atacaron Cashel of the Kings, ciudad del Clan Eóganacht. Después se enfrentaron y derrotaron a un ejército de una alianza contra Mathgamain y saquearon sus territorios. En el 976 el hermano de Boru fue asesinado y éste quedó como único heredero al trono. Ya como rey, se vengó de los asesinos de su hermano y sometió el reino de Limerick, multiplicando su territorio. En el 982 comenzó una guerra para adueñarse de las tierras de Máel Sechnaill mac Domnaill, rey de Mide. Ambos reinos se enfrentaron hasta que Brian Boru obligó a rendirse a su enemigo en 996. Tras una rebelión, el ejército de Brian saqueó la ciudad de Dublin y el derrotado se casó con una de las hijas de Boru.
En el 1002 d. C derrotó a Maelsechlainn, rey más poderoso de Irlanda. Máel Mórda mac Murchada de Leinster había aceptado la autoridad de Brian a regañadientes, y en 1012 se rebeló. En 1013 Brian Boru y sus tropas asediaron con poco éxito Dublín, pero aun así el rebelde necesitaba más tropas y decidió buscarlas fuera de Irlanda. Mientras Boru perdía tropas por un desacuerdo con uno de sus reyes vasallos, los rebeldes de Máel Mórda aumentaban sus filas con vikingos de las islas Orcadas y la Isla de Man. Poco después se produjo la batalla que acabó con la huida de los vikingos y la muerte de Brian Boru.
Bibliografía:
-Página Web https://www.historyfiles.co.uk/
-Artículo en Desperta Ferro de Andy Halpin. https://www.despertaferro-ediciones.com/2020/los-vikingos-en-irlanda/
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